A los miembros de la Primitiva, con toda mi admiración y afecto
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De nuevo el concierto de Diumenge de Rams de la Corporació Musical Primitiva de Alcoi, nos ha llevado a disfrutar como cosacos, a exaltarnos y notar cómo nuestros corazones vibraban entusiasmados al ritmo de un conjunto de piezas escritas durante el periodo 2001-2022, a excepción de L’entrà dels moros, fechada en 1914 e interpretada en conmemoración del 75 aniversario del fallecimiento del autor, D. Camilo Pérez Monllor (1947). Un repertorio claramente representativo del siglo XXI, con sus virtudes y defectos, al que debemos catalogar de innovador.
Un programa curioso y poco usual en la veterana formación, que con nuevos aires y bríos tuvo que plegarse en parte a las exigencias del guion y a las necesidades sonoras de la fiesta del presente año. La Primitiva acompañará a la escuadra especial de los Cordoneros en su año de capitán, al máximo representante del bando de la Cruz, el montañés Alfonso Moreno y a los Caballeros del Alférez cristiano, incluyendo respectivamente en el matinal Sakasik (2020) de Saúl Gómez, Glòria al Capità (2020) de Vicente Juan Sanoguera y Amicitia Ioam (2020) de José Rafael Pascual, arrancando sonoros aplausos del respetable público que llenaba por completo la sala, colgando el cartel de no hay localidades. Muy brillantes las tres obras, aunque la sorpresa general irrumpió con la interpretación de la marcha cristiana de Sanoguera Rubio y la aportación de la Polifónica Alcoyana, pues nos dejó boquiabiertos y con ganas de más; otro acierto de este hombre de la casa, institución en la cual militó durante muchas décadas.
El obligado pasodoble, ganador del 54 concurso de composición de Música Festera de Alcoy (2021), titulado Alma y firmado por Azael Tormo Muñoz, podemos decir que nos dejó -después de la cuarta audición- totalmente indiferentes, quedando posiblemente para el baúl de los recuerdos. Llegaba entonces el turno de dos obras vinculadas a “la Vella”. Por un lado, la pretenciosa marcha mora Serra, músic i alcoià (2020), dedicada a este trombonista, veterano y querido, y concebida por Vicente Cortés Fernández, con ritmos sonoros muy clásicos, que sonaban al pasado, donde se incluía la participación de la Coral Polifónica Alcoyana, entonando el “cantabile”. Y, por otro lado, el pasodoble Lluitadors del 79, escrita por Julio García Casasempere, un músico de estirpe y fiel a los dictados de la vieja escuela. La dedicatoria a sus padres nos arrancó alguna lágrima: “Als meus pares, els autèntics lluitadors. Pel seu meravellós i evocador llegat ric en valors i principis”. Sus trinos y melodías hicieron evocar tiempos pretéritos. Para ser el primero, no está nada mal.
Y ahora sí, uno de los grandes nombres de la música festera alcoyana, D. Amando Blanquer Ponsoda y su Moment de Festa, fechado en 2000; marcha mora escrita como guiño y homenaje a Ravel y su bolero, donde está presente su aplaudido “ostinato” rítmico. A nuestro gusto, no es de las mejores obras del corpus blanqueriano, aunque siempre arranca pasiones por su belleza; lástima que, en el inicio de la composición, las trompetas tuvieran un desliz. Con la presencia de Alcodiànima del director de la corporación y compositor Francisco Valor Llorens, se finalizaba la primera parte, entre bravos y alguna lágrima en los ojos. “La Primi” estaba acertando plenamente con el programa. No había duda. Los componentes de la banda se entregaron sin límites a un director pasional y sin estridencias, pero sobre todo muy próximo a ellos. En ningún momento se plegó a las exigencias de las obras, y demandaba más brío y fuerza a los músicos, inundando con sus sonidos los rincones de la sala. Nos gustó Valor Llorens, y nosotros, que tuvimos la suerte de verle durante el ensayo previo, entendimos muchas cosas, especialmente su cercanía y afecto hacía la plantilla de la institución, una de las más veteranas a nivel nacional. Conocemos su música, y esta pieza, describe su arte con plenitud.
Algunas críticas habían saltado los días previos al concierto y en algún caso nos parecen demoledoras y poco razonadas, no vamos a entrar en polémica. Como podrá interpretar el lector, hasta el presente momento figuran las obras adecuadas, según hemos podido argumentar, muy por encima de cualquier opinión basadas en la tradición de la banda y el respeto a los Cargos Festeros. Estamos de acuerdo con la decisión de la Primitiva. Ahora bien, quizás podrían haberse sustituido un par de títulos. Por un lado, el bellísimo pas masero, de excelente factura, titulado Saoro (2001), parido por Ramón García Soler y muy adecuado para la vecina población de Bañeres de Mariola, sobre todo por basarse en un romance de ciego muy querido allí y desconocido para los alcoyanos; y de otra parte, el pasodoble bocairentino de Enrique Alborch Tarrasó Maig del 24 (2021), que evoca un hecho histórico en la historia musical de aquel lugar, pero que a nosotros nos dejó indiferentes. Quizás ahí falló el director y la junta directiva; es sólo una opinión, y en su lugar, debieron incluir alguna pieza del legado musical del pasado, de esos títulos con sabor a leyenda que impregnan los aires abrileños de nuestra ciudad y que vibran el Concert de Diumenge de Rams.
En cuanto al homenaje tributado al ex-director Ángel Luis Ferrando Morales, poco podemos decir: se convirtió en una fiesta lujosa llena de grandes temas: Cruïlla de Cors (2008), Isthar (2011) y Tempora Belli (2005), tres títulos de su extensa producción. El público celebró con sinceros aplausos cada una de las interpretaciones, olvidando o no percibiendo la presencia de “algun moret”, totalmente justificable debido a los sentimientos desbordados presentes en el escenario. El momento más emotivo llegó cuando el compositor vistió la chaqueta como miembro de la banda y dirigió entusiasmado L’Entrá dels Moros y El Sig de Barrachina, un lujo de cierre; las miradas del público hablaban por si solas.
Otro acierto del conciertazo celebrado fue presentar el libro de Pablo Martínez titulado Repàs de Rams, una obra necesaria para entender la evolución de esta fiesta de la música local nacida en 1940, de la mano de la Primitiva y de Fernando de Mora Carbonell. Ahora podremos ahondar en los ochenta años transcurridos, en las modas, los programas y la evolución de los mismos; para darnos cuenta de que algunas tradiciones son bastante recientes en el tiempo. Y además por cortesía de la banda y el soporte económico de unas cuantas instituciones alcoyanas, a las cuales aplaudimos por su generosidad.
Me gustaría añadir un “pero”, creo que es justo. El ritmo fue frenético, optimizando el devenir de un acto que hubiese podido alargarse en demasía, pero que estuvo controlado y veloz en todo momento; las dos horas de exquisitez hicieron mella en algunos cuerpos ante la necesidad del alivio fisiológico, pasando momento de verdadero agobio. Quede ahí nuestro ruego para futuras ocasiones.
Un café mañanero con Francisco Valor Llorens nos dejó entrever su preocupación por rendir al máximo, por entregarse, por conseguir con esfuerzo todo aquello que el legado de la historia exige a la Corporación Musical Primitiva. Sus gestos, su sinceridad fueron conmovedores. Entregarle de forma humilde y respetuosa la batuta a su predecesor Ángel Luis, fue un acto de caballerosidad que agradecemos profundamente. Larga vida a su proyecto y su trabajo, un esfuerzo que va dando sus frutos paso a paso, gracias a su bonhomía y buen hacer.
Este admirador de la música festera en toda su dimensión, disfrutó con el concierto, algunas piezas más que otras como es lógico; pero observa que las composiciones cinematográficas del siglo XXI están repletas de percusión, de sonidos fortísimos y de ‘tuttis’ abigarrados, quizás excesivos, notando a faltar los melismas árabes, las cadencias dulces, la preparación al ‘forte’, pasando por el ‘mezzo forte”… ¿Dónde nos llevará esta moda compositiva? ¿Qué nuevas puertas de la creatividad encierran? ¿Pasarán a la historia sus títulos? (Fotos gravació TvA)
Juan Javier Gisbert Cortés
Presentador del Concierto